jueves, 18 de mayo de 2017

38 Carrera del Agua

Estaba yo pensando en la planificación del reposo post-maratón y en cuando habría que empezar con el siguiente macrociclo de entrenamientos, cuando el mister me recomendó participar en un 10K (no más distancia) a mediados de Mayo. Así que tras volver de Londres y dejar una semana de margen para terminar de recuperar (apenas 30km en 3 sesiones), planificamos un microciclo de dos semanas que nos permitiera ganar un pequeño pico de forma de cara a la carrera.

Cuadro resumen preparación 38 Carrera del Agua

Las sensaciones de estas dos semanas fueron buenas, los ritmos exigentes de las series salían con cierta comodidad, aunque el pulso se mantenía algo alto. Esto y el perfil de la carrera (típica carrera madrileña que pasa por la Castellana), nos hacía descartar el intento de MMP (ese 35:01 que conseguí hacer en Aranjuez allá por 2014 y que ahora me parece inalcanzable), pero no por ello íbamos a dejar de intentar hacer una buena marca. El objetivo era estar en torno a 36:30.

Recorrido y perfil Carrera del Agua

La estrategia era muy sencilla (de escribir, luego había que llevarla a cabo): salir a 3:35 min/km hasta el kilómetro cuatro, regular la subida y a partir del seis, o sobre todo del siete, tirar a muerte hasta ver a donde se puede llegar.

La única pega que le puedo poner a esta carrera es que no existiera ropero en la zona de salida. Había dos opciones para dejar la mochila: hacerlo en el momento de recogida del dorsal (viernes y sábado) o acercarse a la zona de meta una hora antes de la salida.
Aunque me he acostumbrado bastante bien a ir cargado con el glucómetro y demás instrumentos de medición de glucosa en los entrenamientos, para un 10K no me apetece hacerlo, así que me realizó la última medición antes de dejar la mochila en la zona de meta: 141. Quedan 90 minutos para que se de la salida, no me pongo insulina y me tomo un pequeño plátano. Guardo en el bolsillo del pantalón un gluc-up (el de las emergencias) y el abono transporte (hay 5 paradas de metro desde meta a la salida).

En la zona de salida, buscó el bar establecido como punto de encuentro con los forofosdelrunning y me tomo un café cortado (con sacarina, claro está) para que la cafeína me termine de activar. La climatología es perfecta para correr, unos 9-10º y el viento apenas se nota. Tras un pequeño calentamiento, es momento de meterse en el cajón correspondiente (uno de los aspectos positivos de la carrera, aunque también hay que decir que en el momento de la inscripción no me pidieron acreditar marca, por lo que cualquiera podía estar en el cajón que quisiera) Me sorprende lo bien controlados que están y que haya un globo de 35' (ninguna de las dos cosas es normal en una carrera popular en Madrid)


La salida es en una calle ancha (General López Pozas), por lo que se puede correr bien desde el primer momento, pero a los 300m hay un estrechamiento en el lado izquierdo (para incorporarse a Fray Bernardino Sahagún). Algún pequeño codazo, pero nada fuera de lo habitual. La carrera empieza en bajada, por lo que me controlo mucho para no exceder el ritmo marcado. Giramos a la izquierda para encarar un pequeño tramo de subida en el Paseo de La Habana.

No llevo el "autolap" del garmin activado, quiero probar a pulsarlo manualmente cada punto kilométrico. Al paso por el KM1 me indica 3:19, pero no puedo ir tan rápido, así que pienso que media menos metros y me centro en seguir pendiente de que el ritmo este cerca de 3:35 min/km. Completamos la subida y comienza un buen tramo de bajada. Tras tomar brevemente Platerías y Caídos de la División Azul, hemos girado a la derecha a Pío XII, donde se encuentra el KM2 (3:43). Estoy manteniendo el ritmo, por lo que ya estoy recuperando los metros que faltaban del split anterior.

Continuamos bajando y en la plaza de la República Dominicana tomamos Alberto Alcocer, donde está ubicado el KM3 (3:50). Me he relajado demasiado en este tramo, así que toca apretar un poco para aprovechar antes de que termine este primer tramo favorable de la carrera. A mano izquierda, volvemos a correr por el Paseo de la Habana. Poco antes de llegar a la Plaza de los Sagrados Corazones, está ubicado el KM4 (3:31). Primer objetivo cumplido -> 14:23 acumulado y 3:36 min/km.

Rodeamos el Bernabeu por Padre Damián y Rafael Salgado para encarar el Paseo de la Castellana. Me he enganchado a otro corredor y vamos poco a poco adelantando gente en este tramo de subida. Cerca del cruce con Alberto Alcocer y Sor Ángela de la Cruz veo el distintivo del KM5 (3:47)

La subida se me empieza a atragantar. No la recordaba tan dura, la última vez que pase era el día de la Maratón en 2015 y eran otros ritmos. Mi compañero al principio de la subida se me escapa, pero continuo adelantando algún corredor. En este tramo está el puesto de avituallamiento, un sorbo de agua y un poquito por encima de la cabeza. Hacemos la rotonda de Plaza Castilla y justo en el momento de coger Bravo Murillo está el KM6 (3:59)

Aquí empieza un tramo de tres kilómetros claramente favorables en global, aunque cuando corres en Madrid ya sabes que algún tobogán te vas a encontrar. Me cuesta recuperarme del esfuerzo de la subida y no voy nada suelto en esta primera parte de la bajada. Me adelantan algunos corredores, aunque en el paso por el KM7 el reloj marca 3:27 (seguro que de nuevo faltan algunos metros en este split)

No llevo la cuenta del tiempo acumulado, pero calculo que voy por encima del tiempo objetivo. Me centro en mantener el ritmo e intentar apretar a partir del KM8, si quedan fuerzas (3:32 marcará el Garmin)

Ahora sí, ya no hay que guardarse nada, queda 1km de bajada hasta Ríos Rosas y después 1km por el Parque Santander (donde me han comentado que pica un poco para arriba). Las piernas responden, lo que me permite subir algo el ritmo, recuperando algunas posiciones perdidas y marcando el KM9 en 3:45 (seguro que voy más rápido).

Al entrar en el parque recibimos los primeros ánimos de toda la carrera. Aunque continuo adelantando algunos corredores, este tramo se me hace eterno, me mata no ver el final. Última curva, salimos del parque y encaramos la recta de meta. Veo el reloj y esprinto todo lo que puedo para marcar un 36:38 final (3:46 este último kilómetro)

Cada kilómetro una medida distinta


El objetivo se ha escapado por unos pocos segundos, pero quedo contento con el resultado. A ver si para el próximo vamos un poco mejor de entrenamiento y puedo volver a acercarme al minuto 35.
La medición postcarrera es un poco alta (218), pero dentro de lo normal tras la disputa de una carrera "corta". A la hora de la comida ya estaba en unos valores normales.

Ahora empieza un periodo de descanso que permita afrontar con garantias la segunda parte del año. En esta primera semana, se reducirá el numero de kilometros y de sesiones de entrenamiento, además los pocos kilometros que haga serán sin ningún tipo de pretensión de ritmo o de pulsaciones. Después, dos semanas en las que me olvidaré de correr y donde intentaré realizar otros deportes (hay que mantenerse activo)

Un abrazo amigos. En Junio volvereis a tener noticias mias.

sábado, 6 de mayo de 2017

London Marathon 2017

Muy buenas amigos,

a estas alturas, ya casi todos sabéis como me fue en la Maratón de Londres del pasado Domingo. No puedo decir que estoy contento con el resultado, no he conseguido el objetivo que me había marcado (2h 50min), pero las cosas no salen siempre como esperas / deseas. De todos modos, dejadme contaros la historia completa de un gran fin de semana, acompañado de buenos amigos.

La mejor noticia: todos en meta

Como el vuelo hacia la capital británica es el Viernes por la tarde, dedico la mañana a preparar la mochila y a realizar el último entrenamiento de la preparación, un rodaje de 8km a ritmo muy suave. El resultado me deja algo frío, no voy cómodo de piernas y además el pulso queda algo alto. El mister comenta que es algo normal y que el Domingo esas sensaciones desaparecerán.

He quedado con mi amigo Álvaro para ir juntos al aeropuerto y encontrarnos allí con Nacho y su familia. Pasamos control de seguridad y de nuevo control de trazas (como en el viaje a Roma, definitivamente tengo pinta de terrorista o drogadicto ;-) ) El viaje, de apenas 2h, pasa rápidamente gracias al sistema de entretenimiento abordo (en mi caso, elegí la película "Qué Dios nos perdone") Intento no quedarme dormido, para llegar cansado a la noche y descansar lo máximo posible.

Habíamos contratado un servicio de transporte desde el aeropuerto a la feria del corredor, con el objetivo de quitarnos la recogida del dorsal el mismo Viernes, pero al llegar nos indican que nuestra reserva está hecha para otro día y que no tenemos conductor. Decidimos coger un taxi para intentar llegar a la feria, pero el atasco en la "City" es importante, y a mitad de camino decidimos abortar y posponer la visita a la feria al Sábado. Por si fuera poco, somos seis personas (4 adultos y 2 niños) en un taxi y con las maletas, durante 1h30min de viaje, por lo que os podéis imaginar que cómodos no íbamos.

Alvaro y yo estamos en un hotel distinto al de la familia Fernández-Pérez, así que optamos por hacer cada uno nuestro check-in y vernos para dar una vuelta y cenar. En menos de 30' ya estamos visitando la zona cercana, Tower Bridge, y Nacho ya tiene visualizados un par de sitios para cenar, un italiano y uno de comida BBQ. La opción del italiano es la más votada, hay que empezar a hacer carga de hidratos. Los maratonianos compartimos una pizza y dos calzone.

Tower Bridge

El Sábado despertamos temprano para intentar estar en la feria a la hora de la apertura (9:00) y evitar encontrarnos con demasiada gente. Aunque la feria es grande, la recogida del dorsal se puede hacer de forma ágil y en poco tiempo estamos de vuelta a la ciudad, no sin antes hacernos la típica foto de maratoniano.

Tener el dorsal en las manos ya es un triunfo

La familia de Nacho se ha ahorrado el madrugón y el viaje hasta la feria (45' en transporte público desde la zona de nuestros hoteles). Salimos del metro en Westminster (la inmensidad del Big Ben me deja boquiabierto) y nos dirigimos al London Eye, donde hemos establecido el punto de reunión. Nos desplazamos a Picadilly Circus, donde no podemos contemplar sus famosos carteles publicitarios, ya que están cubiertos por paneles por tareas de mantenimiento. Es una buena hora para comer y continuar cargando carbohidratos para el Domingo (en esta ocasión una lasaña)

Con el hijo pequeño de Nacho, Guille

Tras la comida, pequeño paseo digestivo por Trafalgar Square y vuelta a hotel para una siesta. Me cuesta quedarme dormido, pero finalmente consigo descansar alrededor de una hora, lo cual es más que suficiente, ya que después nos acostaremos temprano. Para la tarde, hemos quedado con unos amigos de Álvaro (Carlos y Álvaro) que viven en Oxford, pero que vienen directos desde Boston tras haber corrido la maratón el Lunes anterior. Ellos corrieron la maratón de Londres el año pasado, así que pasamos el rato hasta la cena charlando de lo que nos espera a lo largo de los 42195m del recorrido.

Para la cena, Álvaro, que es muy previsor, tiene reservada mesa en un italiano cercano al hotel desde hace semanas. Aunque mis dos compañeros maratonianos optan por un risotto, yo me decido por un plato de pasta rellena con espinacas. Llevo un fin de semana con buenas glucemias y quiero mantener esa dinámica (el arroz siempre me es más complicado de controlar). Con los depósitos llenos, volvemos al hotel con tiempo suficiente para preparar el material de corredor antes de acostarse.

Equipación para London Marathon 2017

Un par de puntos positivos de la maratón de Londres es que la hora de inicio es las 10:00. Además, no requiere estar en la zona de salida con mucha antelación, lo que permite no tener que darse un gran madrugón. Los despertadores suenan a las 7:00 y no he dormido demasiado bien. Me he despertado a las 2:00 y llevo desde las 5:30 dando vueltas en la cama. Pienso que he descansado bien durante la semana y ayer hubo siesta, así que no le doy mayor importancia.

La glucemia pre-desayuno es de 148 (pelín alta), así que incrementó la dosis normal de insulina con una unidad extra y hago el desayuno habitual de los días de tirada larga: café con leche, 2 raciones de pan con tomate, un puñado de nueces y una onza de chocolate negro. Ultimamos la preparación de la mochila que dejaremos en el ropero y nos ponemos en marcha hacia Greenwich Park, lugar de inicio de la maratón.

Relajados antes de la salida

Una hora antes del inicio de la carrera ya estamos dentro de nuestra zona de salida (nosotros estamos en la roja, y existen otras dos, la verde y la azul). Aunque hay una gran cantidad de baños, observamos que las filas que se están formando tienen un tamaño considerable, así que decidimos colocarnos en una y terminar de prepararnos mientras esperamos nuestro turno. El clima es ideal para correr, unos 8-10º y el cielo está bastante nublado.

Antes de entregar mi mochila, última glucemia en sangre. El 200 (262 en tejido, aunque al menos la tendencia es negativa) que aparece en pantalla es justo el límite que me había marcado para inyectarme insulina o no. Finalmente, decido no hacerlo, el ritmo al que voy a salir es bastante aeróbico, así que el azúcar debería ir bajando. Nos dirigimos hacia la línea de salida, donde ya hay bastante gente, y toca despedirse de Álvaro y Nacho (cada uno debe buscar su sitio). Últimas palabras de animo, un abrazo y nos vemos dentro de tres horas.

Suena la cuenta atrás y empieza la carrera. La salida no es demasiado ancha, pero estoy bien colocado y se puede correr desde el primer metro. Rápidamente cojo ritmo de 4:05 min/km y, como siempre en los primeros kilómetros, voy bastante pendiente de las pulsaciones. El terreno es bastante favorable en estos primeros kilómetros, aunque hay algunos toboganes. Ya a estas horas hay bastante gente en las calles, incluso veo alguna cerveza (y ni siquiera son las 10:30) Las sensaciones no son buenas, voy bastante alto de pulsaciones y estoy sudando mucho.

KM5. 20:27 (4:05 min/km). Glucemia 249. Entramos en un tramo totalmente favorable (0m de desnivel positivo y 18m negativo según el Garmin) y aun así las pulsaciones no bajan. En este tramo se produce la unión con el resto de salidas de la carrera y aumenta considerablemente el numero de corredores, por lo que hay que ir atento para no tropezar. Además, observo que las salidas no han sido en el mismo momento, ya que a mi lado va el globo de 3h de la salida verde. Un punto positivo para la organización son los avituallamientos: están situados cada milla, son bastante grandes y las botellas de agua son pequeñas, pero con tapón especial para beber.

KM10. 40:55 (20:28 - 4:06 min/km el split). Glucemia 248. No estoy corriendo tan aeróbico como pensaba y, en consecuencia, el azúcar no está bajando. Me da miedo tomar el primer gel, pero tampoco puedo retrasarlo más, así que aprovecho el avituallamiento de la milla 7. A estas alturas de carrera, ya tengo claro que no va a ser un buen día para mi y reduzco un poco el ritmo buscando ir más cómodo. En este tramo, me adelanta un corredor gritandome y señalándose el brazo. Se trata de un corredor diabético, ya que lleva el sensor de monitorización de glucosa (a lo largo de la carrera veré un par de ellos más). Como nos habían anunciado, los amigos de Alvaro, están en el km14 aprox. Les veo y les grito pero ellos no me ven a mi.

KM15. 1:01:43 (20:48 - 4:10 min/km el split). Glucemia 228. La reducción del ritmo de carrera no ha hecho que mejoren las sensaciones. El pulso sigue alto e incluso tengo algo de flato. Poco antes del km20 se cruza el río Tamesis por el Tower Bridge. Es uno de los momentos más especiales de la carrera. La animación en este tramo es brutal y la pequeña subida ocasionada por el puente apenas se nota. En lo más alto está Marta (la mujer de Nacho) con sus niños. Le he dejado una pequeña bolsa con un par de geles y la insulina. Me los ofrece, pero le digo que no los necesito.

KM20 de la carrera: paso por el Tower Bridge

KM20. 1:22:35 (20:52 - 4:10 min/km el split). Glucemia 196. El azúcar empieza a bajar a ritmos "normales", así que me tomo el segundo gel. De todos modos, sigo sin ir cómodo y decido bajar un poco más el ritmo de carrera.

KM25. 1:43:48 (21:13 - 4:15 min/km el split). Glucemia 179. Como todo lo que va mal, siempre puede empeorar, en este tramo noto como se me empieza a cargar el isquio derecho. Hago una pequeña parada para estirar y consigo relajar un poco la musculatura. Me noto muy cansado, entiendo que es normal, la preparación ha sido muy justa y me han faltado muchos kilómetros (y muchas tiradas largas) en el plan de entrenamiento.

KM30. 2:05:29 (21:41 - 4:20 min/km el split). Glucemia 153. Hago el avituallamiento con mucha calma, cojo una botella de agua y me pongo a caminar unos metros para beber y tomar un Gluc-up (me da miedo que, a este ritmo, la glucosa se desplome). A partir de este tramo, es posible visualizar los edificios que están en la zona de meta. Psicológicamente, es un tramo complicado, ya que cuando vas mal, parece que no avanzas. Además, el isquio vuelve a protestar, pero esta vez no viene sólo. El Aquiles de la pierna derecha (ese que me ha dado tantos quebraderos de cabeza esta preparación) empieza a protestar también y me obliga a reducir, esta vez de manera muy significativa, el ritmo de carrera.

KM35. 2:29:46 (24:17 - 4:51 min/km el split). Glucemia 109. Repito la operativa del anterior avituallamiento, esta vez con un gel (el tercero). Sigo con molestias, pero ya no hay opción para no llegar a meta. En estos últimos kilómetros la animación es espectacular, el ruido es ensordecedor y no hay un hueco libre. En el KM37 de nuevo está Marta dando ánimos, menos mal que voy por el otro lado de la carretera, si no me hubiera parado seguro. Le dijo que voy muerto, pero que nos vemos en meta.

Poco después veo a unos 50 metros a un corredor que va dando tumbos. Al llegar a su altura, observo que está completamente pálido y que tiene los labios morados. Le pregunto por su estado y no es capaz de contestarme, así que tomo la decisión de agarrarle y le obligo a sentarse en el borde de la carretera. Le digo que me perdone pero que no puedo dejarle seguir corriendo así. Insiste en continuar, pero no le dejo y pido al publico que avise a un medico o alguien de la organización. Por suerte, hay un par de voluntarios a pocos metros. Al llegar me piden que continúe con la carrera. Antes de marchar, me acerco al corredor y me disculpo por última vez. Recibo una ovación del público cercano que me hace emocionarme. Una pena no haberme fijado en el numero de dorsal para intentar contactar con él.

A día de hoy, todavía no sé si hice lo correcto. Sólo sé que hice lo que me gustaría que alguien hiciera por mi, si me encuentro en la misma situación.

KM40. 2:54:51 (25:05 - 5:01 min/km el split. Glucemia 129. Este tramo final es favorable y está abarrotado de gente a ambos lados de la carretera. Animo a un corredor español que va bastante fastidiado y me encuentro con mi amigo diabético del km10. Está caminando, pero le digo que para nosotros una maratón no es nada y consigo que sonría y vuelva correr. En el KM41 vuelven a estar los amigos de Álvaro animando y haciendo fotos.

Una maratón más en la buchaca

La entrada en meta es espectacular, te quedas embobado viendo como esta de engalanado Buckingham Palace, no es para menos toda la gente que termina una maratón merece el mismo recibimiento que un rey o un presidente de gobierno. Finalmente, mi tiempo en meta es de 3:05:07.

Cuadro resumen London Marathon 2017

Con mi medalla al cuello (esta ya no me la quita nadie) voy en busca de mis amigos para saber como les ha ido. Desgraciadamente, tampoco han conseguido el tiempo que buscaban, pero los tres tenemos una nueva Major en nuestro palmarés. Podría contaros más en detalle sus carreras, pero es mejor que lo leais en sus propios blogs: Crónica Alvaro y Crónica Nacho.

Para la comida post-maratón tenemos visualizado un restaurante alemán cerca de los hoteles. Así que tras reunirnos toda la tropa y darnos una ducha, llega el momento de recuperar energías. Jarras de cerveza, platos repletos de salchichas, un par de codillos e incluso algún strudel de manzana pasaron por nuestra mesa y os puedo garantizar que no quedaron ni las migajas.

Tras la comilona, un pequeño paseito para ayudar a la recuperación. Visitamos el barrio chino de Londres, el Soho y Carnaby Street, donde encontramos un buen lugar para ver el clásico del fútbol español. Continua el baile de cervezas y la comida no demasiado sana (¡como estaban los nachos!) Después del partido, última cerveza en el hotel y camino de la cama, que parece que cualquiera diría que no hemos corrido una maratón.

Gracias por este viaje amigos

Alvaro y yo llevamos desde el sábado pensando en un "english breakfast", así que aprovechamos la visita al barrio de Camden Town del Lunes por la mañana para buscar una taberna donde poder degustarlo. El viaje de vuelta a Madrid se nos echa encima, pero tenemos tiempo de acercarnos a Buckingham Palace y tener la suerte de presenciar el famoso cambio de guardia (un poco decepcionante, la verdad)

A nivel de carreras, la próxima competición sera el 14 de Mayo, en la Carrera del Agua de Madrid. Un 10K, a priori rápido, pero veremos como se recupera el cuerpo y en que condiciones llego a ese día.

Como siempre, gracias a todos los que estáis pendientes de mis aventuras. Un abrazo.