Hola amigos, como os comenté en la entrada anterior, esta semana tenía
vacaciones en el trabajo e iba a disfrutar de un viaje de cuatro días
por Lisboa. Para la gestión de la diabetes, estas escapadas siempre
presentan “complicaciones”, ya que te sacan de la rutina habitual
(horarios, comidas, descanso), pero siempre nos queda el entrenamiento
para consumir esos “excesos” ;-)
Vistas desde uno de los múltiples miradores de la ciudad |
El Lunes
hubo jornada de descanso y el Martes teníamos el vuelo a las 10:30. El
primer entrenamiento de la semana consistía en unas series dobles y no
quería arriesgarme a hacerlo en Lisboa (sin conocer la ciudad), así que
tocó hacerlo a la hora habitual. Tres grados bajo cero marcaba el
termómetro, por lo que salí equipado con todo el arsenal anti-frío
(gorro, braga, térmica, guantes y malla larga) A medida que avanzaban
las series iba sobrando ropa y me vi haciendo la última repetición
remangado.
El miércoles estaba planificado un entreno ideal
cuando llegas a una ciudad nueva, un rodaje a ritmo suave, que además
compartiría con mi compañero de viaje, mi amigo Antonio. Durante el
martes por la tarde, pudimos observar la imposibilidad de correr por el
centro de la ciudad (cuestas y más cuestas, adoquín, aceras estrechas),
por lo que optamos por el comodín de las ciudades con río, pegarse a la
orilla e ir en paralelo. Comenzando en la Praça do Comercio y tomamos
dirección hacia el Puerto, donde el paisaje no era muy bonito pero se
podía correr de forma cómoda.
Post-Entreno con el puente 25 de Abril al fondo |
Para el entrenamiento
del Jueves, un progresivo de 15km a ritmos moderados, decido tomar el
otro sentido del cauce del río. Esta zona es mucho más bonita, pero algo
más incomoda, ya que hay continuos giros y se alternan algunos tramos
de adoquín. En esta zona hay mucha más gente corriendo o paseando, y por
lo que leo en sus camisetas y los pequeños saludos que intercambiamos,
la inmensa mayoría son españoles. Este entrenamiento me sirve
para confirmar algo que había notado en la sesión del Miércoles. En esta
ciudad es imposible escapar del viento, y si vas pegado a la orilla del
río, aún menos.
Esto me preocupa ligeramente ya que el viernes
toca un entreno cañero. Son dos 2000s a ritmo de 10K y un 1000 para
terminar a todo lo que se pueda. No he visto un sitio ideal para hacerlas, pero en el entreno del miércoles recorrimos
una recta de unos tres kilómetros que me puede servir. Amanece un día
genial para correr (nublado y el viento apenas se deja notar) y cumplo
con el entreno con muy buenas sensaciones.
El
sábado, ya de vuelta en casa, era momento para la “tirada larga” de la
semana. El mister había planificado un entrenamiento en formato
“sandwich” de dos pisos, incluyendo cinco kilómetros a ritmo ligeramente
superior al ritmo de maratón seguidos de otros cinco a ritmo
ligeramente inferior. Las sensaciones vuelven a ser muy positivas en
ambos tramos y los ritmos salen según lo marcado.
La semana se cierra con un rodaje regenerativo mañanero el Domingo antes de que se desencadenara la famosa ciclogénesis.
Resumen Semana3 Marató Barcelona 2018 |
El próximo Domingo primer punto de control de la preparación con la disputa del 10k de Aranjuez.
Un abrazo,
No hay comentarios:
Publicar un comentario